Los cambios en la legislación, los criterios de salvaguarda del medio ambiente, las normativas de emisiones de CO2 y la variación, al alza, del precio de la energía eléctrica hacen del ahorro energético una necesidad más que una opción a considerar. Con una reducción de un 30% con respecto a sistemas tradicionales, la inclusión en el diseño de estrategias de ahorro energético en un instalación esta más que justificada, y la diferencia económica en la inversión inicial se recupera en un periodo menor a 9 meses en instalaciones nuevas.
El enorme avance acontecido en las técnicas de automatización, y el abaratamiento de la electrónica permite el empleo de técnicas de control muy rigurosas y ajustadas para conseguir, bajo cualquier circunstancia ambiental y de carga de la instalación, el mejor rendimiento posible de la misma.
Con estas herramientas a nuestro alcance, y una serie de criterios generales, en Frío-mago S.L. se han definido unas directrices para conseguir esa reducción del 30%:
Al diseño y empleo de estas novedosas técnicas hay que añadir la utilización de sistemas de monitorización y control mediante sistemas Scada que nos permiten tener bajo control en cualquier momento, y a distancia, una instalación. Si lo unimos a un correcto programa de mantenimiento preventivo, se reducen las averías y el funcionamiento anómalo de una instalación, redundando en un beneficio económico al evitar averías y paros imprevistos y conservando la instalación los margenes de rendimiento calculados en el diseño.